sábado, 17 de enero de 2009

La Iluminación de la Cocina.

En la actualidad la cocina se ha convertido en un lugar de convivencia, en donde a veces se realizan comidas familiares. Hagamos de ella un lugar más acogedor y mejor iluminado, donde todos se encuentren a gusto.

Es aconsejable instalar en el techo iluminación de neón (tubos fluorescentes, focos ahorradores) los cuales consumen mucho menos electricidad que las bombas, teniendo en cuenta que la luz de las cocinas permanece mucho tiempo encendida.
Este tipo de iluminación no producen sombras y es muy adecuada para trabajar. Conviene que los tubos o focos esten cubiertos por una pantalla decorativa al gusto y que impida que en aquellos se depositen grasa, y hollín, ya que siempre es más seguro limpiar directamente la pantalla que el soporte o el propio tubo o focos.








Para la iluminación de superficies de trabajo que hay debajo de los armarios colgados, es muy útil instalar iluminación de pequeño tamaño. Lo ideal sería colocarlos en la parte exterior de los armarios , en cuyo caso deben llevar una vísera para que alumbren hacia adentro y no dañen la vista y se vea más estético.
Como no siempre es posible ponerlos en esta parte, se pueden colocar en el ángulo que forma la pared con el armario.

En aquellas zonas de la cocina en que estén destinadas para comer, se puede crear un ambiente íntimo mediante el empleo de bombas, las cuales producen una iluminación más cálida y con una lámpara colgante por ejemplo como vemos en la ilustración de arriba que tiene forma de caja alargada y abierta por debajo que lleva dos bombas en el interior pero pueden ser más pero que no sean excesivas. Van colgadas al techo, la superficie superior sirve de repisa, en la que se ponen el salero, condimentos etc. teniéndolos muy a la mano cuando sea necesario y no ocupan espacio en la mesa y el efecto es muy decorativo.